Esta técnica se utiliza, sobre todo, con laminas de plástico de gran superficie. Este proceso tiene los siguientes pasos:
- El material termoplástico se sujeta a un molde.
- La lámina se calienta con un radiador para ablandar el material.
- A continuación, se succiona el aire que hay debajo de la lámina, haciendo el vacío, de modo que el material se adapte a las paredes del molde y tome la forma deseada.
- Una vez enfriado, se abre el molde para extraer la pieza.
- Este proceso se emplea para la fabricación de recipientes delgados y poco profundos como los tarros para yogur y otros productos lácteos, las bandejas para bombones, las hueveras, las piezas de plástico para embalar y exponer frutas, etc.
- Los materiales empleados son el poliestireno, el PVC y los plásticos acrílicos.
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